Carlos actúa rápido, empuja a Jose y los dos caen en la acera a salvo. El conductor frena. Los chicos se han salvado por poco.
--¿¡¡están bien¡¡? ¡¡llamo a un ambulancia¡¡ --dice el conductor.
Carlos y Jose están en el suelo. Jose quiere huir y por eso Carlos no se quiere distraer y dice al conductor:
--¡¡todo está bien, siga su camino¡¡
Carlos y Jose se miran sofocados. Carlos agarra de la cabeza a Jose:
--¿¿estás bien?¿¡¿estan bien??
Jose lo mira conmocionado:
--me salvaste la vida.
Carlos sonrie:
--somos amigos.
Jose lo mira lloroso:
--¿y porque mi madre?¿porque?
--Yo no sabía que era tu madre, sólo pasó una vez y era mi primera vez. Se me hizo fácil... yo... lo siento. Ahora estoy muy enamorado. Yo no queria desenterrar el pasado. Te juro que si yo hubiera imaginado que ella era tu madre nunca hubiera venido a la fiesta.
Jose está atormentado por los celos y el dolor:
--¡¡¡fuiste el amante de mi madre¡¡
Carlos le tiene cariño y no soporta verlo sufrir:
--ya te dije que hubiera podido ser cualquiera... soy hombre y...
Jose se deja llevar y lo acaricia en la mejilla con mucho cariño. Carlos se deja hacer aunque se siente incómodo. Jose se deja llevar por lo mucho que lo quiere y acerca sus labios con intención de besarlo. Carlos aparta la cabeza y con pena le dice:
--yo no te puedo querer como tu quieres. Yo no soy gay.
Aunque Carlos no habla con reproche sino con compresión, Jose se asusta. No le gusta quedar descubierto, desnudo en su alma ante su chico guapo. Jose se va corriendo, Carlos lo pierde entre la gente. Está desesperado. Jose le cae bien y no le gusta que esté sufriendo por su culpa. Se acerca a la fiesta. Quiere sacar a Hilda de esa fiesta por miedo que le digan algo.
--¿¿que pasó?¿donde estabas?¿y esa cara?
--vamonos de aquí.
--pero...
Carlos no dice nada y se lleva a su novia casi a la fuerza. Manuela está en un rincón no disfrutando de la fiesta.
--¿que pasa, hija? --le dice su padre.
--Mariana no se ve feliz.
--ella ha elegido su destino ¿no te gustaría a ti?
--¿el que?
--deja las tonterias que te ha metido tu madre en la cabeza ya sabes lo que dicen, que de una boda sale otra. ¿No has visto ningun chico que te gustara?
--para nada... yo nunca me casaré.
En el fin de la fiesta, Mariana debe lanzar el ramo. Manuela no se quiere poner entre las solteras pero su padre casi la lleva a la fuerzas a empujones. Mariana tira el ramo que cae a los brazos de Manuela. Vento la abraza feliz. Le gustaria que su hija se enamorara y se casada. Manuela está nerviosa. No se imagina estando con un novio. Una molesta Leonor se enfada con su hija:
--¿¿¡¡porque agarraste el ramo?¡¡¡tú no te debes casa¡tú debes cuidar a tu pobre madre¡¡
--¡¡fue un accidente¡ --se justifica Manuela.
Leoner tira el ramo al suelo:
--¡¡tú nunca te vas a casar, nunca¡¡
POr su lado, Hilda y Carlos reposan el uno en brazos del otro después de hacer el amor. Ella lo acaricia enamorada. Lo nota serio:
--¿que te ocurre?¿es que te sientes mal?¿pasó algo en la boda?
--no, nada.
Hilda se da cuenta que le está mintiendo y tiene miedo que Jose le haya dicho la verdad. Se angustia.
--si descubriste algo que nos pueda afectar. ¡¡por favor¡¡¡dímelo¡¡
Carlos la mira sorprendido. Tiene miedo que Leonor le haya dicho nada. No se dicen nada pero los dos se miran con angustia temiendo que el uno haya descubierto el secreto del otro.
Atormentado, Jose está en el seminario. LLora en silencio pensando en Carlos. En el descubrimiento que ha hecho, en que le salvó la vida, en que casi lo besa. Le duele su rechazo. Con la complicidad de la oscuridad de la habitación se hace tocamientos pensando en todas las veces que vio desnudo a su amado y en especial en el momento que tuvo todo aquello encima de su cabeza.
Ha amanecido, Jose llega a su casa. Se encierra en la habitación de su madre.
--hijo, menos mal que vienes. Tenemos que hablar. Tenemos que aclarar ese malentendido...
Jose no la deja acabar y dice:
--¡ningún malentendido. Tú eres una zorra y se lo diré a papá, a todo el mundo¡¡
Leonor está desesperada:
---¡¡no me puedes hacer eso¡¡¡¡soy tu madre¡¡
--¡¡no, eres una zorra¡¡¡¡y olvídate que te siga manteniendo¡¡
Eso es lo que más le preocupa a ella, Jose está enloquecido de los celos. No le perdona a su madre que se acostara con el hombre que él ama.
--¡¡si quieres te pido perdón de rodillas, pero no le digas nada a tu padre, yo...¡
Jose no deja que continue y con dureza dice:
--¡¡quiero que Manuela se case con Carlos¡¡
Leonor no da crédito a lo que oye:
--¡¡enloqueciste¡¡
--¡¡no, quiero que me ayudes a tender una trampa a esos dos y que tu les obligues a casarse¡¡
--¿¿¡¡pero porqué?¡¡¿¿¡que ganas tú con todo esto¡¡??
--¡¡eso a ti no te importa, en el momento que Carlos sea el marido de Manuela yo me callo y podrás seguir disfrutando de mi dinero¡
--está bien... se hará lo que tú digas.
A pesar del dolor que siente, Jose sonrie excitado al pensar que pronto su amado formará parte de su familia.
Esa misma noche, Jose va a hablar con la madame del local en el que trabaja. Hilda y le da una fuerte cantidad de dinero.
--yo por eso dinero vendo hasta mi madre.
--A su madre no... a Hilda. Esto es lo que tiene que hacer...
Al día siguiente, Hilda recibe una llamada de una mujer a la que no reconoce la voz:
--sé que eres prostituta y se lo diré a tu novio Carlos.
La cita en un sitio, ella, mientras Carlos duerme, va corriendo pero nadie va a la cita. Regresa corriendo a la casa esperando que su chico aún no se haya despertado.
--¿¿donde estabas?? --pregunta él-- ¿a caso no has dormido conmigo?
--salí a dar una vuelta, claro que duermo a tu lado.
--perdona, es que te amo tanto.
Los dos se besan.
En la tarde, Carlos espera en la piscina que llegue Jose para poder hablar con él. Por primera vez en años, Jose falta a a piscina y Carlos se preocupa. Al dia siguiente, Hilda recibe una llamada como la del día anterior. Tampoco va nadie a la cita y cuando llega Carlos desea saber donde se mete.
Días después...
Carlos está tomando una copa con Sergio.
--¿como van las cosas? ¿te sigue dando problemas nuestro amigo?
--no, no volvió a aparecer por la piscina.
--que bueno. Así puedo ir yo también.
--me tiene preocupado. No sé que hacer, no quiero que haga alguna locura.
--ese no es tu problema.
--claro que sí. fui el amante de su madre. Es lógico que le sentara mal.
--¿y por eso esa cara que tienes?
--en realidad no. Hilda está rara, nerviosa. Sale mucho. En las mañanas ya nunca está a mi lado y no sé... a veces pienso que se va en las noches.
--¿y porque no te pones el despertador a media noche?
--como crees... ¿y si me equivoco y si la pierdo?
Hilda ha recibido una nueva llamada pero no anónima es de su amiga, le pide verla. Acuerdan que irá cuando Carlos duerma. En la noche, Carlos duerme solo. Lo despierta el ruido del timbre de la puerta. Se angustia al ver que está solo. Se levanta desnudo. Se da cuenta que han pasado una nota bajo la puerta. La lee y el rostro se le desencaja. Se viste a toda prisa y se va.
Hilda va al local donde trabajaba y habla con su socia, la madame que ha recibido dinero de Jose.
--siento haberte llamado pero es que me tienes que firmar unos papeles.
--vamos al despacho,no soporto estar en este sitio.
Entran en un despacho. La madame la entretiene, le da una copa.
--¿como van tus cosas?
--me tiene los nervios de punta. Una mujer me está haciendo la vida imposible. Me llama todos los días, me exige que vaya a un sitio y sino le dirá toda la verdad a Carlos pero nunca viene. Tengo miedo, no sé que hacer.
Después de hablar con su amiga, Hilda se queda más tranquila. Van saliendo del despacho, están ya en la sala de fiesta. Cuando Carlos entra en el local, una le hace una señal a madame y está una señal a otro, así que de pronto un hombre abraza a Hilda y la besa. Y en ese momento la ve Carlos. Enloquece. Aparta de un empujón al hombre y como loco dice a Hilda:
--¡¡¡¡es verdad, en la noches mientras duermo trabajas de prostituta. Tu verdadero nombre es Hilda¡
Hilda horrorizada, madame sonrie todo salio bien.
--¿¿¿que haces aquí??¡¡ --dice Hilda con sangre en los ojos.
Destrozado Carlos dice:
--¡¡eres tú la que me tienes que dar explicaciones. Así que esto es lo que haces en la noches mientras yo duermo¡¡
--¡¡no, no... escúchame¡¡
Carlos no la quiere escuchar:
--¡¡todo está muy claro¡¡
Él se va hacia la puerta. Hilda lo sigue desesperada:
--¡¡¿¿fue Jose quien te dijo que yo estaba aquí?
Carlos se gira sorprendido:
--¿¿que tiene que ver Jose con tofo esto?
De repente ese cliente agarra a Hilda y se la lleva, Carlos quiere que Hilda acabe de hablar. Ella grita que lo ayude. La madame se pone en su camino para que Carlos no vaya detrás de su novia:
--Hilda es mi mejor prostituta, así es todas las noches.
Mientras Hilda desaparece en las habitaciones, Carlos la mira lloroso y se va.
En la casa de los Maya, Jose, Leonor y Carmelo están pendientes de la ventana. Ven llegar a Carlos.
--Este es el vino... sólo debe tomar él y dormirá como Mariana y Vento. Manuela está en la cocina, ella tiene el somnífero en la leche. Hazlo pasar a la cocina para que se vean --dice Leonor a su hijo.
Jose los mira a los dos:
--sé lo que tengo que hacer... ahora desapareced...
Jose nervioso, espera la llegada de Carlos.
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