domingo, 6 de septiembre de 2020

Capitulo 1



Carlos Duarte (Thiago Lacerda) está como todas las tardes en la piscina de su ciudad. Nadar es su pasión, la practica desde niños y ya ha ganado varios campeonatos.  Actualmente tiene 16 años y es el mejor en su categoria. Todos lo conocen. A quien no conocen es a un chico que, muy sofocado, sale de los vestuarios. Es Jose, un chico afeminado de 15 años. Está colorado.
--menudo, material – -se dice con deseo-- si ya lo sabía yo que en ningún lugar  vería tanto hombre desnudo... Me voy a poner las botas. Que bueno que la yaya aceptó pagarme la inscripción..
Va mirando con atención, y es que le vuelve loco ver a tanto hombre con un bañador muy estrecho. De pronto el corazón del adolescente palpita fuertemente ya que frente a él tiene a un guapísimo chico que sale del agua. Es Carlos. Jose lo mira con un deseo loco. Le fascina su paquete abultado por un estrecho bañador negro. El cuerpo mojado de Carlos resalta aún más la belleza de él. Jose casi jadea, suda del placer. Es el chico más guapo que ha visto nunca, es la primera vez que siente tantas cosas por alguien. Le gusta verlo en movimiento y ver como se lanza al agua. El placer lo devora. No le saca los ojos de encima.
--hoy es mi dia de suerte –--se dice-- yo de aquí no me voy sin mi premio.
Aunque no pensaba tardarse tanto y está aburrido de nadar, tiene que fingir que sigue nadando para estar bien cerca de ese chico que tanto le gusta. De pronto todo él vibra, Carlos se levanta y tranquilamente va los vestuarios. Tratando de ocultar su gran alegría el adolescente afeminado va detrás. Lo busca en los vestuarios. Entra justo en el momento en que Carlos se baja el bañador y se muestra ante él totalmente desnudo con toda naturalidad. Jose siente un placer loco que le cuesta disimular, lo que ve delante es toda una poesia. Procura mostrarse normal. Carlos agarra la toalla y va hacia las duchas. Bien sofocado y sudando del gusto, José va tras él y como si todo fuera normal se pone en la ducha de al lado. No le dice nada, es feliz estando así cerca de él... Y así pasan dos años.


Como cada día desde siempre Carlos está en la piscina haciendo lo que más le gusta y como cada día en los últimos dos años ese chico afeminado, Jose (Rodrigo Santoro), se deleita a la distancia con los movimiento del guapísimo nadador. Ese día Carlos ha coincidido con Sergio (Dado Dolabella) un buen amigo y los dos van juntos a los vestuarios y como siempre José les sigue los pasos. Se pone delante de ellos y no pierde detalle. Carlos se muestra desnudo sin problemas pero Sergio prefiere no sacarse el bañador molesto por la penetrante mirada del chico cuyo homosexualidad es bastante evidente por sus gestos afeminados y su mirada sedienta. José se da cuenta que Sergio lo mira molesto y en las duchas se queda un poco más lejos. Le decepciona no poder ver desnudo a Sergio quien no se saca el bañador para nada pero está feliz viendo a Carlos. José se pone nervioso ya que Sergio no deja de mirarlo con dureza y le dice a su amigo en un tono que José lo puede oír:
--¿has visto a ese maricón?
En un susurro Carlos dice:
--que te va a oír.
--¡que me oiga que lo voy a partir de la cara¡¡
--Venga, vamos a los vestuarios y déjalo.
--¡pero es que nos está comiendo con los ojos¡
--dejálo que disfrute, si le gusta...
--¡pues como me toque lo mato¡
--tranquilo, que yo lo conozco de hace años, lo veo cada día y nunca ha pasado de ahí.
Aunque se siente algo incómodo por las palabras de Sergio, José está feliz porque por primera vez Carlos demuestra que lo conoce y su amabilidad le ha seducido aún más. Está muy sofocado:
--¡sabe que me gusta y no le importa --dice para sí-- a ver si con un poco de suerte le van los chicos y me doy el gusto, que ya tengo ganas de saber lo que se siente, de dejar de ser virgen.
Carlos y Sergio salen de las duchas. Sergio lo mira con dureza, amenazante, invitandolo a no seguirlos.
--mejor me quedo --se dice Jose-- ya estaré con mi chico guapo el día que esté solo. El otro es capaz de romperme la cara y tengo que ir con cuidado. A mi madre le da algo y mi padre me mata si sabe cómo soy. Además que me echarían del seminario. Esto que me pasa es pecado... si me mantengo lejos no pasa nada... Ser cura ya es una buena penitencia pero mientras nada se sepa  podré seguir disfrutando.

En los vestuarios, Sergio se saca el bañador con la toalla puesta y mirando la puerta:
--que bueno que el maricón se quedó...
--olvídalo ya... es un pobre chico.
--pero ya me ha amargado el día --–Sergio.
--No digas eso. Hoy es mi fiesta de cumpleaños. Tiene que ser a lo grande. Los 18 años no se cumplen todos los días. Mi fiesta va a ser mejor que la tuya.
--pues a ver si mojas y te estrenas de una vez.
--¿que te apuestas?
--Partirle la cara al maricón. Si no pierdes la virginidad me dejas que le rompa la cara a ese degenerado.
Carlos lo mira regañón pero sonríe porque se le ha ocurrido algo:
--pero si lo consigo te vienes mañana a la piscina y te sacas el bañador para que el tipo ese te vea bien.
A Sergio no le hace nada de gracia y se calla. Carlos se le ríe:
--¿que pasa? Tienes miedo?
--hecho, si pierdo le daré el alegrón de su vida a esa mujercita pero pobre que se sobrepase... le va a doler hasta el nombre. Y si gano también y una cosa... no vale profesionales, tiene que ser de gratis.
Los dos amigos chocan sus manos divertidos:
--es una apuesta --dice Carlos.
--y de caballeros.
Carlos está desnudo y Sergio lleva la toalla puesta.
--y vamos a vestirnos rápido antes que venga el maricón.
--hay que ser más tolerante, más que nada porque mañana se dará el gusto contigo --riendo.
--eso ya lo veremos --Sergio molesto.



Esa noche, el cumpleañero se ha vestido con su mejor ropa, se ha perfumado bastante. Está seguro que va a ser su noche. Celebra el cumpleaños en la discoteca de moda. Llega un poco antes que su amigo para estar ya adaptado. Va buscando chica para entretenerse y que se deje seducir. Su amigo llega al rato del brazo de una chica. La deja sola un momento y se acerca a su amigo burlón:
--de momento veo que no estás teniendo suerte yo está noche si mojo fijo pero tú... mañana me daré el gusto con el maricón.
--Aún falta toda la noche por delante.
--pues a ver si espavilamos. Otro día que no haya apuesta en medio te doy lecciones pero hoy tú te acuestas virgencita... ya verás.
Carlos tiene muchas ganas de vivir su primera vez y además no quiere que su amigo, que lleva más de un año teniendo relaciones  sexuales, se burle de él. Durante horas despliega todas sus dotes de galán pero ninguna chica se queda a su lado. Mira molesto a su amigo que se ríe de él a lo lejos. Se le acerca aprovechando que su amiga fue al lavabo.
--la apuesta la doy por terminada, yo me tengo que ir a divertirme y si no te veo con la chica no vale.
--No, espera... sólo media hora.
Sergio mira el reloj y dice:
--es lo que tienes pero no sé  que esperas..
Sergio se da cuenta que una mujer de 50 años vestida de roquera, Leonor (Angela Viera) no deja de mirarlo. Él se le acerca coqueto:
--hoy no es tu dia de suerte... estoy acompañado.
Leonor sonríe y mira a Carlos:
--¿y tu amigo?¿me lo presentas?
--¿a él? --dice señalando a Carlos.
--si claro.
Aunque no le hace gracia tampoco quiere jugar sucio. Se acerca a Carlos:
--he perdido mi apuesta.
--¿como?
--Ves a esa vieja?
--¿y que con la vieja?
--yo me estrené con ella y sino  tienes manías pues esa te hace el estreno.
Carlos sonríe a la mujer y le da una palmada en el hombro a su amigo y le dice burlón:
--mañana te espero en la piscina, que alegrón va a tener nuestro amigo.
Sergio lo mira con fastidio mientras lo ve irse con Leonor.

Leonor lleva al chico a su apartamento. Al rato Carlos desnudo cae en la cama retorciéndose de placer tras su primera experiencia sexual. La mujer se levanta deprisa y se empieza a vestir.
--¡vistete rápido¡ --dice ella tirándole su ropa.
--Nos volveremos a ver? --pregunta el joven mientras se pone los pantalones.
--no me gusta que me persigan. Si me ves fuera de esa discoteca ni me saludas ¡no te conozco¡
Sorprendido por el cambio de aptitud de la mujer pero feliz por su primera vez Carlos no dice nada. La mujer lo hecha a medio vestir y casi a empujones.

Al día siguiente por la tarde, Jose bien contento se dispone a salir de su casa. Su madre lo llama. La mujer tiene una voz dulce. Lleva ropa bastante anticuada, un moño y gafas que le dan un aspecto muy beato. Además tiene una biblia en la mano y un rosario. A pesar que se trata de Leonor, la mujer con la que se acostó Carlos, parecen dos personas totalmente distintas.
--¿ya vas a la iglesia, hijo?¿con esa bolsa?
Algo nervioso, el chico le dice:
--es que antes pasaré a nadar... ya lo sabes.
--no sé que manía con el deporte. Lo que tienes que hacer es rezar y dar gracias a Dios que te ha puesto en el buen camino, que alegría cuando seas sacerdote..Mi hijo mayor, mi orgullo.
Jose fuerza una sonrisa, su madre le da un beso y él se va muy contento. Se estremece pensando en Carlos, siente que si da gusto a su madre siendo sacerdote esto compensa lo que disfruta viendo a los chicos desnudos y aunque se muere por acercarse a uno también le da miedo y se conforma con seguir disfrutando del cuerpo de Carlos como hasta ahora...


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