lunes, 7 de septiembre de 2020

Capítulo 9

Mariana está tumbada en la cama. No quiere ir a la escuela. Después de lo que ha pasado con Juanfra no se atreve a mostrarse ante la gente. Se ha fingido enferma y no se ha movido de la cama. Leonor ni se ha acercado a ver lo que le pasa a su hija. Es Manuela la que carga con todo el trabajo.
--¿¿cómo que hoy tampoco vas a la escuela?
--no me siento bien –dice Mariana con muy mala cara.
Manuela le pone la mano en la frente:
--tienes muy mala cara… pero no tienes fiebre…
--seguro que es algún virus…
--puede ser… mejor llamo al doctor…
--¡¡no, no… al doctor no¡¡
--¡¡hermana pero es que ya hace una semana que estás mala¡¡
--¡¡mañana se me pasa¡¡
--está bien… pero si mañana no te encuentras bien pues llamo al doctor…
Leonor llama a Manuela:
--¡¡hija, porque no me trajiste el desayuno a la cama¡¡
MAnuela mira a su hermana y dice:
--ahora vuelvo… voy a atender a mamá…
Mientras está saliendo del cuarto, se oyen los gritos de Leonor:
--¡¡Manuela, Manuela¡¡¡¿¿Dónde te has metido¡¡¡
MAnuela llega al dormitorio de su madre:
--ya estoy aquí, ya estoy aquí…
Leonor se hace la víctima:
--mira que hora es y aún no me trajiste el desayuno… tu único deber es cuidar de tu anciana madre y mira como me cuidas…
--pero es que ahora Mariana está mala…
--¡¡ésa lo que tiene es cuento… yo soy lo primero¡¡
--¡¡tranquila, madre. Ahora le traigo el desayuno…
Manuela se iba a ir pero Leonor la llama:
--espera, hija, me he levantado con un terrible dolor en los pies… dame un masaje…
--¿otra vez? Qué extraño Si hubiera estado toda la noche bailando… --dice divertida.
Leonor la mira con mala cara ya que acertó:
--¡¡no digas tonterías y no te rías de tu anciana madre¡¡
--lo siento…
Mientras, Mariana llora pensando en Alberto, en lo humillada que se sintió por Juanfra. Se llena de odio hacia su profesor:
--¡¡tú tienes toda la culpa, maldito¡¡¡te odio, te odio¡¡¡Odio a todas los hombres… nunca jamás otro se burlará de mi…¡¡¡
Después de hacerle un masaje a su madre tanto en los pies como en la espalda, MAnuela le trae el desayuno a su madre. Leonor toma una tostada y le tira al plato.
--¡¡esto está frío¡¡
--perdón, es que lo preparé hace rato y como me entretuve con lo de su masaje¡¡
--¡¡ahora la culpa es mía… eres una ingrata¡¡
Manuela no soporta ver llorar a su madre. No imagina que todo es un teatro.
--ahora le traigo más…
Cuando Manuela ya se ha ido, Leonor sonríe recordando la noche pasada:
--mi Juan es una fiera… me dejó muerta… y la lástima es que no pude conseguir al tal Carmelo… y eso me excita aún más… A mi ningún hombre me rechaza… ya encontraré algo para que caiga… y vaya si cae…
Después de atender a su madre, Manuela vuelve con Mariana. Casi la obliga a que se tome un jugo.
--Manuela, ¿te puedo hacer una pregunta?
--claro…
--¿tu nunca has estado con un hombre?
MAnuela se pone muy nerviosa, gracias a su madre tiene miedo de los hombres:
--¿¿¡que cosas de preguntar¡¡¡¡somos solteras y no podemos hablar de esas cosas¡¡¡¡además mamá se enfadaría… tú ahora debes estudiar y olvidar esa tontería de los hombres… ¿a caso te gusta alguno?
---¡¡no, no¡¡claro que no¡¡ --dice nerviosa.
--¡¡mejor, los hombres son criaturas del diablo… sólo quieren a la mujer para divertirse y dejarle la semillita dentro¡¡¡
--¡¡Manuela, pareces una mujer de 50 años¡¡¡
--¡¡estas cosas no pasan de moda¡¡
--¿¿pero cómo hace una para hacer lo que debe? Digo… ¿de verás tú estás dispuesta a renunciar a los hombres??
--mi misión es cuidar de nuestra madre… y la tuya es quedarte pura hasta el altar…
Mariana no quiere ser la única de las hermanas que se equivocó y trata de averiguar si de veras Mariana es tan perfecta como parece.
--¿pero no tienes curiosidad por lo que es el amor?¿por una caricia?¿por un beso?
Manuela se santigua, siente miedo de las palabras de su hermana:
--¡¡claro que no¡¡¡además no debo pensar en eso¡¡
--pero es que a lo mejor en algún lugar te está esperando un hombre que será el amor de tu vida…
--Ese hombre no existe, yo nunca amaré a nadie… Nunca habrá un hombre en mi vida.



En su pequeño apartamento, Carlos duerme tranquilamente. Está destapado e Hilda lo mira dormir.
--te quiero, ya no lo puedo ocultar. Me enamoré de ti…
Le angustia pensar en José, en que es un trabajo.
--si Carlos sabe la verdad me va a rechazar pero Jose no se atreverá a decirle nada… ,él perdería tanto como yo…¡¡
Hilda se lo queda mirando largo rato, le acaricia el pecho excitada. Carlos se despierta:
--¿Qué pasó, mi amor? –-pregunta sorprendido.
--perdón, no te quería despertar…
Carlos sonríe, se incorpora en la cama:
--no importa, siempre es un gusto abrir los ojos y encontrarte con una mujer a la que le puedes decir te amo. A la mujer de tu vida…
Hilda se siente en la cama, lo mira emocionada:
--¿de veras me amas?¿crees que soy la mujer de tu vida?
Carlos sonríe enamorado, le acaricia la mejilla, la besa en las manos:
--claro que te amo y no lo creo: eres la mujer de mi vida…
--pero no me conoces…
--aprendí a amarte en estos seis meses que chateamos y luego…
Hilda se pone triste, se aparta de él. Carlos se levanta totalmente desnudo. La abraza por la espalda:
--¿Qué es lo que te pasa?
Ella gira, lo mira. Está feliz entre sus brazos.
--tengo miedo, yo…... no te quiero perder…
Carlos sonríe, susurra su nombre enamorado. Está feliz porque es la primera vez que la ve enamorada:
--no me vas a perder, estamos juntos. Vivimos un sueño… ¿Por qué no seguirlo?
Hlda lo abraza entusiasmada. Él se sorprende al ver que la chica ha pasado de la alegría a la tristeza:
--¿y ahora?¿que pasa?
Hilda lo mira sonriente:
--pasa que tienes razón, pasa que eres mi sueño, pasa que te amo…
Carlos sonríe dulcemente:
--es bonito oírlo de tus labios.… Antes siempre me lo decías, bueno… en el ordenador, que bueno ver que tú eres esa mujer que me enamoró…
--no pienses en el pasado. Ahora soy yo, el resto no importa…
Los dos se besan y caen en la cama. Ella es la que está de pie. Se empieza a desnudar para hacer el amor que ese chico tan guapo. Después reposan los dos felices y abrazados. Ella sonríe:
--¿Qué tanto piensas?
Ella lo acaricia:
--¿de verás me amas?
--¿es que no lo sabes?
--pero está no es mi casa…
--porqué no quieres. Sé que te vas a tener que ir algún día pero si yo pudiera retenerte… ibas a estar muy estrecho pero hay tanto amor en estas paredes …
--acabo de tomar una decisión…
--¿Cuál?
--Que no me voy. Me quedo… me quedo en tus brazos hasta que tú quieras…
Carlos la mira feliz:
--¿¿lo dices en serio?
--No sé como la haremos… tendré que trabajar pero no me quiero ir de tu lado… no almenos hasta que tú me eches…
Felices y enamorados se besan, se acarician…

En la tarde, Carlos entra en los vestuarios de la piscina. Hilda va camino de las gradas y la intercede Jose.
--¿¡que haces aquí? Carlos ya ha entrado y te vas a perder como se saca la ropa sé que es lo que te gusta --–dice con ironía.
--¡¡no me importa… luego lo veo… ahora lo más importante es que tú y yo hablemos¡¡
--¿de qué?
--de tu vuelta a tu casa, ya es hora que te vayas, el trabajo acabó. Cachonda enamorada debe volver a su casa y yo tomaré su lugar…
Los dos se miran con rivalidad.













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